lunes, octubre 03, 2016

Charly Garcia - Sala de Ensayo - Fitz Roy 1245

Sala de Ensayo de Charly - Fitz Roy 1245
"Charly había comprado una casona en Palermo, ubicada en Fitz Roy 1245, a media cuadra de la Avenida Córdoba, que perteneció a un conocido suyo llamado Basbus. Era una zona apacible y de fisonomía antigua. Mientras la acondicionaban como sala de ensayo Fito presto la suya". 
"Nos instalamos un par de semanas hasta ocupar al fin la vieja casona palermitana, que contaba con una piscina en el fondo y algunos anexos. Sus condiciones no eran demasiado optimas, las paredes tenían ladrillo a la vista y la ausencia de pintura era total". 
"Pero la energía era encantadora  así como nuestros recreos en el Bar Difei, sobre la esquina de la Avenida Córdoba. Charly mantenía un excelente humor y lográbamos muy buenos ensayos, a veces a pura charla y recuerdos"
"Que es un Long Play". Fernando Samalea

"La sala de ensayo de Charly García queda allá donde Palermo se hace más anciano que nunca. Todavía sobrevive la vieja fisonomía barrial en esas dos casas remodeladas y convertidas en una, que incluyen una pileta. En algún momento fue un lugar coqueto en donde imperaba un cierto orden sobre los objetos. Después las cosas le hicieron una toma de judo al orden y se acabó la paz. 
Todo era diferente en 1993. En la sala de estar, los visitantes aguardaban el pasaporte que les permitiera ingresar al interior. Cecilia —que se iría poco después— y Laura —que aguantaría hasta 1995—, secretarias de El Artista, siempre estaban para recibir a la gente; eran como una aduana femenina y gentil que oficiaba de filtro para que García pudiera crear en paz. Se trataba de un lugar sobrio, con un touch de elegancia que se reflejaba en el marco y el vidrio que protegían el rostro de Miles Davis, fotografiado por Antón Corbijn. Los dos ambientes del frente eran sendas oficinas: la más chica estaba ocupada por Laura y Cecilia y la que daba a la calle, bastante amplia, era el despacho de Chariy. Bah, lo sigue siendo, aunque al día de hoy no es mucho lo que la ocupa. Antes sí: recuerdo que allí hacía los reportajes, reuniones con sus músicos, y que nos hemos quedado en ella conversando hasta cualquier hora sobre cualquier cosa. 
Una vez traspuestas las oficinas del frente, se llega a un cuadrado que tiene tres salidas: la que corresponde a una cocina que no se usa, salvo como improvisado bar; la que da al baño y la que pasa a la sala propiamente dicha. El baño supo ser una paquetería, iluminado con unos tubos fluorescentes muy finitos que abrazaban el contorno del espejo. Higiénico y funcional, estaba ocupado por una pequeña población de frasquitos de sales eternamente vacíos. 
La sala misma era un lugar que parecía no terminar nunca. Para tener una idea de su superficie, habrá que pensar en las dimensiones de una pista de patinaje estándar, pero siempre fue imposible deslizarse sobre ruedas. 
Ayer, la gravedad estaba perversamente alterada por el sonido; hoy, la gobierna el caos y la eterna movilidad de los objetos, en permanente rebeldía. En el fondo hay una pileta de natación. Frente a ella surge un minúsculo complejo edilicio que en realidad es como una casa adicional de dos plantas, que sobrevivió la reforma y que aún conserva la exacta arquitectura que un taño albañil supo otorgarle al construirla. 

Durante algunos años, La Bruja Suárez vivió en la parte de abajo. Bruja es un armoniquista amigo de 
Charly que se instaló allí, en una suerte de departamentito con cocina, living, baño y habitación. El lugar pide a gritos una mano de pintura. Arriba hay una habitación amplia y actualmente vacía que podría haber sido ocu- pada por Charly. Por lo menos, ésa fue una idea que 
corrió por un tiempo: que Charly viviera allí, en su sala de ensayo."

"No digas nada". Sergio Marchi

Desconozco si actualmente la casona de Palermo sigue funcionando como sala, si sigue siendo propiedad de Charly o si Charly ensaya de tanto en tanto en esta casa llena de historia.
La sala funciono desde los ensayos para "Como conseguir chicas" hasta la internacion de Charly (la ultima, claro).
El frente hoy luce arreglado y al momento de sacar la foto actual, escuche una batería muy lejana, no se si producto de mi imaginación o si realmente Samalea le estaba dando a los parches.
De todas maneras, este rincón perdido de Palermo conserva increíbles historias de Garcia, algunas de las cuales nunca saldrán de esas paredes.






1 comentario:

Gianfranco dijo...

Me mató tu pagina! hay algunas curiosidades que uno solo cree propias, pero se ve que la historia de los lugares de bs. as donde del rock pasó no es solo mía. Estaría bueno también ahondar en el tema de los estudios de grabación. Saludos!