1972. Hartos de los procedimientos policiales, unos jovencisimos Miguel Cantilo y Jorge Durietz se van de su vivienda en La Plata para alquilar una gran casona antigua en el barrio de Belgrano. Con el correr de las semanas la casa recibe la visita cada vez mas frecuente de músicos y artesanos enrolados en las tendencias de confraternidad, comunidad y rotación de actividades (a la que llamaremos "hippismo"). Ambientada con una gran salón central, el cual se convertiría en sala de ensayos, el dúo vive sus primeros días de gloria tras el éxito de su primer disco.
El disco es compuesto íntegramente en esa idílica casona de la calle Conesa 2563 (de allí el nombre del disco), curiosamente muy cerca de la casa en donde 3 años atrás ensayaba Almendra, y presentado a la compañía discográfica, la cual rechaza de plano la publicación del disco por tocar temas demasiado sensibles para la época (pobreza, tortura y sexo). Finalmente el disco se edita por el sello Trova pero es catalogado como "prohibido" por la censura del momento, por lo que el dúo decide separarse y tomar caminos distintos, Cantilo se va a vivir al El Bolsón y Durietz se dedica a su nuevo grupo Melimelum.
La casona de la calle Conesa vivió un tiempo de ideologías, arte y vida en comunidad. Solo un pedacito de hippismo dentro de la Argentina violenta de los 70'. La casa fue demolida, casi como todos los sueños de la época. Hoy en día, los vecinos pasan por su vereda, ocupada por un container de basura y un edificio en construcción, sin saber que entre esos escombros se compuso Apremios Ilegales, Blues del Éxodo o Padre Francisco.
Solo quieren que se termine la obra para que el barrio se vea mas lindo y sea mas seguro.