Arribeños 2853 - Casa en donde ensayaba Almendra |
Desde las
17 hasta las 20.30 hs. Ese era el horario. Y la puntualidad era condición
excluyente en los ensayos. Así de serio se tomaban el tema los 5 adolescentes
que se reunían en la casa de Arribeños 2853, la casa de Luis Alberto Spinetta.
Corría 1968
y con el tiempo, el quinto integrante, el tecladista Santiago Novoa, quien sabe
porqué misterioso designio, dejaría de ir a los ensayos y se perdería un
destino de gloria y honor en los anaqueles del rock argentino.
Con 4
integrantes, la formación que todos conocemos, intensificó los ensayos en una
pieza al frente de la casa. De ese cuarto, el más grande de la propiedad, salen
los bocetos de gemas como “Tema de Pototo” o “El mundo entre las manos”.
Café con
leche mediante y gracias a la colaboración de padres, hermanos y amigos, las
canciones comienzan a tener nombre y forma.
A pesar de
las quejas de los vecinos, los padres de Luis aguantan al grupo y sus ensayos.
Las charlas artísticas se prolongan hasta la noche, continuando en la esquina
de Arribeños y Quesada, en donde los 4 Almendra sueñan con el futuro que les
deparará la música.
Luego del
primer disco, los arreglos se preparan en salas mas acondicionadas y ya no
vuelven a Arribeños.
Hace muchos
años que esa casa ya no cobija ensayos (aunque vivió algunos de Pescado
Rabioso) y quizás hayamos pasado cientos de veces por esa fachada sin saber
qué sucedió alguna vez allí.
Como tantas
casas de Buenos Aires, esta tiene una historia particular. Aquí germinó una
parte importantísima de nuestro rock. Nunca será un monumento, pero qué importante sería que tenga una placa que reconozca que por esa puerta entraban
4 adolescentes, dispuestos a cambiar la música y el arte de nuestra ciudad.
La próxima
vez que pases por esa puerta, recordalos.